“Ovejas y cabras son, con diferencia, las dos especies donde menos investigación hay desarrollada y es un gran campo en el que trabajar y profundizar”

Investigación, trashumancia, ganadería extensiva, pequeños rumiantes, medios rurales…Hablamos con Delia Lacasta, la primera mujer que ha sido nombrada Presidenta del Colegio Europeo de pequeños rumiantes. Veterinaria, ha estado muy vinculada al mundo de los pequeños rumiantes desde que se graduó en 1995, tanto en el campo como en la universidad. Después de quince años trabajando como veterinaria de campo especializada en ovino y caprino, a partir de 2005 se doctora y comienza su andadura como profesora en la Facultad de Veterinaria de Zaragoza. Actualmente, y desde el año 2010 trabaja como profesora titular a tiempo completo en la Facultad de Veterinaria de Zaragoza, España, estando al cargo del Servicio Clínico de Rumiantes de esta Facultad (SCRUM).

Recientemente, Delia Lacasta ha sido nombrada Presidenta del Colegio Europeo de Pequeños Rumiantes. Estos colegios europeos juegan un papel esencial dentro de la profesión, ya que regulan la especialidad. De la mayoría de especialidades hay un colegio paralelo en USA, pero en el caso concreto de los Pequeños Rumiantes no existe colegio americano, con lo cual en el Europeo se recogen especialistas de todo el mundo, desde Australia, Canadá, Brasil, hasta Sudáfrica. 

Delia nos cuenta que formar parte de este grupo de especialistas es un gran honor, pero que se convierte en doble satisfacción al convertirse en la primera mujer presidenta y el primer cargo en España. También es una gran responsabilidad, ya que para acceder a las diplomaturas europeas se requieren de tres a siete años de formación en la especialidad y aprobar un duro examen. 

Este colegio, se centra en aquellos veterinarios que trabajan con caprino y ovino y quieren alcanzar un grado mayor de especialización. Para Delia, estos centros son buenas herramientas para los veterinarios, ya que te permite formar parte de una red de grandes especialistas de todo en mundo, favoreciendo así la colaboración entre grupos y la mejora de la investigación en estas especies. 

En esta nueva etapa que llega, Delia explica que quieren dar a conocer este colegio a otros especialistas no solo de Europa sino de todo el mundo, creando, de ese modo, un entramado de veterinarios especializados en ovino y caprino a nivel mundial. También en sus objetivos se encuentra el de mejorar la investigación en estas especies en las que tan pocos recursos se han invertido en el pasado.

El ovino y el caprino son, con diferencia, como nos cuenta Delia, las dos especies donde menos investigación hay desarrollada y es un gran campo en el que trabajar y profundizar, así que un objetivo primordial del colegio es crear redes de especialistas que atraigan proyectos de relevancia a estas especies con la idea de mejorar el conocimiento y la prevención de las principales enfermedades, como el bienestar de estos animales basado en un profundo conocimiento del comportamiento de las ovejas y las cabras. . El último punto, y no menos importante, es seguir con la formación de nuevos especialistas que apliquen sus nuevos conocimientos a su campo de trabajo, favoreciendo finalmente el modo de vida de nuestros ganaderos, que son el objetivo final de toda esta infraestructura.

Con más de diez años de experiencia trabajando en el campo especializada en ovino, Delia vuelve a la facultad de Veterinaria como profesora a tiempo completo. Para ella, su carrera profesional ha sido una suerte de etapas superadas. Recién graduada, se convirtió en ganadera junto a Jesús Montesa, ganadero de ovino que la acogió durante sus seis meses de prácticas. Después, estuvo contratada en una ganadería de ovino al sur de Huesca, con 2500 ovejas, siendo capataz, con el objetivo de mejorar los índices productivos de la ganadería. Delia no olvida esta etapa: fue, probablemente, la más dura de mi carrera profesional, pero, sin lugar a dudas, la más fructífera y aleccionadora. Lo que aprendí durante esos dos años me ha valido el resto de mi vida profesional. Los ganaderos no necesitan explicarme lo que pueden o no pueden hacer, ya que yo lo estuve haciendo durante dos años y esto favorece un diálogo con ellos de tú a tú que es muy enriquecedor A esta etapa se sumaría el trabajo que desarrolló en una ADS en el sur de Huesca durante 13 años. Es aquí donde emprende un camino paralelo de investigación que terminaría siendo su tesis doctoral. En 2006 comienza a compaginar su trabajo en la ADS con las clases como profesora asociada en la facultad, hasta 2010, año que pasa a formar parte de la universidad a tiempo completo y del equipo del Servicio Clínico de Rumiantes (SCRUM): 

 En la facultad, tuve la suerte de juntarme con dos grandes amantes de los pequeños rumiantes, como son Luis Miguel Ferrer, veterinario clínico de ovino durante más de 20 años y Juanjo Ramos, hijo de pastor y que lleva la lanolina en la sangre… como él siempre dice: ¡esta sustancia debe de ser adictiva!! 

En 2015 decidimos dar forma a un servicio que ya llevábamos años ofreciendo a nuestros colegas del campo y creamos el SCRUM. Pretendíamos y pretendemos ofrecer un servicio de diagnóstico gratuito con los medios que ofrece la Universidad pública a nuestros colegas veterinarios de ovino y caprino que tantas dificultades tienen por la escasez de medios que ofrecen estas especies. Este servicio ha sido apoyado por multitud de empresas y organizaciones externas a la Universidad y gracias a todos ellos hemos podido llevarlo a cabo. Además, con los casos recibidos formamos a los nuevos veterinarios, tanto en las prácticas regladas como a un grupo de alumnos especialmente interesados en estas especies y que forman el internado de rumiantes, dedicando más de 200 horas anuales a la formación en ovino y caprino y ayudándonos a nosotros en la atención de los casos recibidos. Es un sistema que cuando lo creamos, no nos imaginamos lo bien que funcionaría. Es bueno para los veterinarios y ganaderos que encuentran un lugar donde sus casos son atendidos con gran profundidad, aplicándose técnicas punteras de diagnóstico como pueden ser la tomografía computarizada o la resonancia magnética a ganado ovino y caprino de una manera totalmente altruista gracias a la colaboración de clínicas veterinarias de pequeños animales. Es bueno para los alumnos que aprenden con casos reales y se acercan a la realidad del campo y es bueno para nosotros porque seguimos aprendiendo sobre las muchísimas parcelas que quedan por explorar dentro de estas especies y esto nos permite desarrollar nuevas líneas de investigación. Y, sobre todo, y lo que es para mí más importante, nos permite seguir ligados al campo, en contacto directo con ganaderos y veterinarios y palpando la realidad del sector. 

Pero la pasión de Delia por la investigación y los rumiantes no se queda dentro de la facultad. Delia también lo lleva en la sangre, ya que todos los años en verano se iba desde pequeña al pueblo de su padre en el pirineo aragonés. Le encantaba acompañar a su tío pastor con sus vacas. Hoy vive en un pueblo y todos los años, sacan la facultad a las cañadas: hacen la vereda, acompañando durante 25 días a Ismael, Vidal, Urbano y Arturo, los pastores trashumantes con sus 3000 ovejas de ganado Merino de los Montes Universales desde Guadalaviar, en Teruel, a Vilches en Jaén. Son casi 600 km de recorrido a pie por cañadas, cordeles o veredas en las que los estudiantes, en grupos de 8 junto a 2 profesores, acompañan a los pastores en turnos de 6 días;

Es una experiencia difícil de explicar a quién no la ha vivido, pero hace que todos los alumnos, sin excepción, vuelvan profundamente conmovidos. Es un reencuentro con nuestros ancestros, con un modo de vida tradicional que genera una conexión con la naturaleza difícil de encontrar en otros ámbitos de nuestra vida. Rápidamente se instaura un sentimiento de “clan” en el que cada uno de nosotros sabe que dependemos del resto para sobrevivir y que, además, esas 3000 cabezas de ganado que nos acompañan dependen también del correcto desempeño de nuestras funciones. Para los alumnos es una experiencia inolvidable que guardan en su corazón para el resto de sus vidas, pero para nosotros, profesores y acompañantes, deja una huella indeleble en nuestro corazón. Como escribió María Sánchez, vuestra compañera en Gescan, el año pasado cuando nos acompañó: “la vereda deja en los que la viven esa semilla que las ovejas transportan prendida en su lana y que acaba germinando tiempo después en un lugar muy distinto y en un ecosistema muy diferente”

Pero, ¿qué tipo de alumno se acerca a la vereda? Delia nos explica que es muy interesante este punto, ya que es muy variado, desde personas ligadas al medio rural a otros estudiantes sin conexión ninguna al campo. Para ella, es una de las mejores actividades que ofrece la Facultad de Veterinaria de Zaragoza a sus alumnos. No solo caminan y acompañan al rebaño, también escriben. Hace poco, han publicado un libro conmemorativo de estos siete años de Vereda: “Crónica de la Vereda. Peripatéticos y trashumantes de Guadalaviar a Vilches”. Lleno de experiencias, sensaciones y anécdotas que los alumnos narran en el blog de la trashumancia que realizan durante la vereda, además de unos apuntes sobre la historia de la trashumancia en nuestro país y multitud de fotografías de estos años de vereda. Iniciativas como esta, son fundamentales, ya que la realidad es triste: la gente de las ciudades cada vez vive más alejada del campo y de la vida de los pueblos. Para Delia, esta brecha genera una enorme incomprensión acerca del modo de vida de la gente en las zonas rurales, imposibilitando las tomas de decisiones políticas acordes con sus necesidades

Por eso, cobra tanta importancia las actividades y herramientas que pueden acortar la distancia desde la universidad como el SCRUM.  Nosotros, desde el SCRUM y desde todas las actividades formativas que desarrollamos, tratamos de revertir esta cuestión en la medida de lo posible, acercando el campo a nuestros estudiantes. Les damos la oportunidad de trabajar en parideras con los ganaderos, realizan prácticas con veterinarios clínicos rurales, vamos a ferias y cursos de poblaciones pequeñas para que los estudiantes cuenten los últimos avances realizados en el SCRUM y, en definitiva, tratamos de que nuestros alumnos conozcan la realidad del campo para que luego sean ellos lo que, elijan el camino profesional que elijan, entiendan cómo se gestiona y cómo viven los pastores en la ganadería extensiva. Cuando tenemos que hacer la selección de internos para el SCRUM, para la que por suerte tenemos bastante demanda, nos gusta elegir esos perfiles de estudiantes que vienen de la ciudad y se sienten atraídos por el campo, es a ellos a los que debemos formar para acercar nuevos perfiles a esta apasionante rama de nuestra profesión. El año pasado se nos presentaron 80 alumnos a la selección del SCRUM de 150 matriculados. 

*Todas las fotografías son del archivo de Delia Lacasta.